
BTS, el grupo más conocido del género coreano k-pop, volvió el jueves a los escenarios en Seúl (Corea del Sur), por primera vez desde 2019, ante miles de sus seguidores, que no podían cantar ni gritar debido a las restricciones contra la COVID-19.
El primero de los tres conciertos en la capital surcoreana de su gira “Permission to Dance on Stage” del famoso septeto tuvo lugar en el estadio olímpico de la ciudad.
Enarbolando luces lilas —el color oficial de los fans del grupo—, los seguidores aplaudieron entusiasmados cuando la banda apareció en el escenario del estadio, de una capacidad para 60 000 personas aunque sólo estaba lleno en una cuarta parte debido a las medidas de distancia social.
En plena ola de propagación de los contagios de COVID-19 por la variante ómicron, las autoridades impusieron estrictas medidas, y los fans de BTS no podían cantar, gritar ni levantarse de su asiento.
Un concierto “histórico” de BTS
El líder de la banda, RM, cuyo nombre real es Kim Nam-joon, dijo que estaban emocionados de volver a actuar delante de un público en vivo.
“El hecho de que estén todos sentados muestra que muchas cosas han cambiado”, afirmó, en alusión al concierto en línea que hicieron hace unos meses delante de asientos vacíos.
“¿Cuándo haremos un concierto donde nos aplaudan tanto? Este concierto pasará a la historia”, agregó el miembro de BTS.
Su compañero Kim Tae-hyung, apodado V, añadió: “Me siento muy conmovido y emocionado que nuestra ARMY esté aquí”.
Los seguidores del grupo, conocidos como la ARMY, agotaron las entradas para los tres conciertos — 45 000 en total— en pocos minutos pese a las estrictas medidas de distancia social impuestas.